Y seguro que al rededor igual hay un complejo urbanístico para turistas, y ellos a lo suyo, en su propio mundo, que tal vez nunca debería cambiar. Muy buena un abrazo
Son fascinantes estas fotos Juanca, me da la sensación que te transformaste en el hombre invisible para retratar tanta intimidad, aunque la cara de la señora con seño fruncido gruñe un poquito. No?
Quizá deba comentar alguna cosa mas, esta casa cerca de Fernán Pérez, estaba a las afueras del pueblo, hoy transformado, el año pasado volví pero no pude encontrarla . La anterior, "a cielo abierto" es otra casa muy cerca de ésta, que aún pervive junto a un camino de tierra no transitado, y que muestra las huellas de una forma de vida, de un nivel un poco mejor que la de la casa del pastor. Ese dibujo en la pared que se desvanece, volviendo a la tierra de donde salió, es un rasgo de cierta sensibilidad, contrastando con la vida del campo en Almería.
Esta gente, endurecida por la vida y el paisaje, se mostraron amables y hasta dulces, pues me acompañaba mi hijo Horacio que tenía entonces 5 años. Las fotos de la casa del Pastor, que irán apareciendo, fueron hechas en escasos momentos de conversación. Me contaron que sus hijos no estaban con ellos y que tenían sus ocupaciones en Almería. Ellos eran los únicos que quedaban en esta casa-aldea, testimonio de una manera de sobrevivir, quizá ,la veamos como ideal, pero ellos no la veían así. Sin muchos recursos todavía cuidaban cabras y ovejas, algunas gallinas y poco mas. Pude enviarles copias de las fotos, pero no supe mas de esta pareja. (Pepe y Angela). Uno no se transforma en el hombre invisible para hacer estas fotos, las fotos son producto de la aceptación por parte de ellos de compartir esa intimidad, si no no las hubiera hecho. Es una postura ética.
La serie de fotos, como dicen los comentarios son muy buenas. A mí me llegan a lo hondo de mi sensibilidad, en especial cuando el protagonista no es el lugar en sí sino esa gente.Con toda su representación, por la vestimenta, el hábitat y especialmente la expresión. Facetas de nuestra evidente hermandad.
Me encanta esta serie; y sí representa ese "interior" con imágenes semejantes o hasta iguales podría decir de la España profunda... Sé de tu respeto por tomar este tipo de fotos (pedir permiso para sacarlas..., compartiendo el momento). Pero, disculpen mi Terrenalidad (acabo de inventar la palabrita): empecé buscando al TERCERO..., y allí lo vi, apenitas asomado, fotogénico, como todos los de su especie tomados por sorpresa, el gatito al costado del campesino, fiel compañero. Y vos: el ESPEJO de esa humilde postal, todo un cuadro!. Hermosa y entrañable Composición. GRACIAS!. La Negra B.
Al ver la foto me ha parecido de un tiempo mucho más lejano. Curioso esa sensación de que para el visitante es una vida hermosa pero para ellos es demasiado dura. Muy buena la foto
7 comentarios:
Y seguro que al rededor igual hay un complejo urbanístico para turistas, y ellos a lo suyo, en su propio mundo, que tal vez nunca debería cambiar.
Muy buena
un abrazo
Son fascinantes estas fotos Juanca, me da la sensación que te transformaste en el hombre invisible para retratar tanta intimidad, aunque la cara de la señora con seño fruncido gruñe un poquito. No?
Quizá deba comentar alguna cosa mas, esta casa cerca de Fernán Pérez, estaba a las afueras del pueblo, hoy transformado, el año pasado volví pero no pude encontrarla .
La anterior, "a cielo abierto" es otra casa muy cerca de ésta, que aún pervive junto a un camino de tierra no transitado, y que muestra las huellas de una forma de vida, de un nivel un poco mejor que la de la casa del pastor. Ese dibujo en la pared que se desvanece, volviendo a la tierra de donde salió, es un rasgo de cierta sensibilidad, contrastando con la vida del campo en Almería.
Esta gente, endurecida por la vida y el paisaje, se mostraron amables y hasta dulces, pues me acompañaba mi hijo Horacio que tenía entonces 5 años. Las fotos de la casa del Pastor, que irán apareciendo, fueron hechas en escasos momentos de conversación. Me contaron que sus hijos no estaban con ellos y que tenían sus ocupaciones en Almería. Ellos eran los únicos que quedaban en esta casa-aldea, testimonio de una manera de sobrevivir, quizá ,la veamos como ideal, pero ellos no la veían así. Sin muchos recursos todavía cuidaban cabras y ovejas, algunas gallinas y poco mas. Pude enviarles copias de las fotos, pero no supe mas de esta pareja. (Pepe y Angela). Uno no se transforma en el hombre invisible para hacer estas fotos, las fotos son producto de la aceptación por parte de ellos de compartir esa intimidad, si no no las hubiera hecho. Es una postura ética.
La serie de fotos, como dicen los comentarios son muy buenas. A mí me llegan a lo hondo de mi sensibilidad, en especial cuando el protagonista no es el lugar en sí sino esa gente.Con toda su representación, por la vestimenta, el hábitat y especialmente la expresión. Facetas de nuestra evidente hermandad.
Me encanta esta serie; y sí representa ese "interior" con imágenes semejantes o hasta iguales podría decir de la España profunda...
Sé de tu respeto por tomar este tipo de fotos (pedir permiso para sacarlas..., compartiendo el momento).
Pero, disculpen mi Terrenalidad (acabo de inventar la palabrita): empecé buscando al TERCERO..., y allí lo vi, apenitas asomado, fotogénico, como todos los de su especie tomados por sorpresa, el gatito al costado del campesino, fiel compañero.
Y vos: el ESPEJO de esa humilde postal, todo un cuadro!. Hermosa y entrañable Composición. GRACIAS!. La Negra B.
Al ver la foto me ha parecido de un tiempo mucho más lejano.
Curioso esa sensación de que para el visitante es una vida hermosa pero para ellos es demasiado dura.
Muy buena la foto
Instante convertido monumento.
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