Inés se merece un chopo, un beso y mucho amor. Se merece un buen vino, una buena sonrisa y se merece que siga ahondando la madera. Pero la madera espera. Su tórculo también. Inés y yo somos grandes amigas. Algunos árboles hemos compartido juntas. Inés, un beso.
Estoy con Alicia y con Sofía: El árbol más que frágil me parece dúctil. Inés, además de esta foto, se merece muchas cosas.No la conozco en persona, pero por lo que la leo, es grande, sí.
Juanca, mil gracias por la foto, a pesar de la fragilidad de árbol, presiento fuertes raíces, son éstas las que a veces no nos dejan despegar... A Sofía y Amado un gran abrazo por sus palabras.
la fragilidad aquí es del espejo interior, nos sentimos fragiles interiormente, con las raíces cortadas, no visibles, como sea esa fragilidad inconfesable en estos tiempos. Los árboles/nosotros también se rompen, según la fuerza que los castigue. Cimbrean ,se doblan, son elásticos, mas no dúctiles, recuperan su posición, en la lucha pierden extremidades, sobreviven, perecen.
Asombrosas imágenes Juan Carlos. A partir de ahora queda reservado tu blog como "mis favoritos". Por cierto, muchas gracias por tu "doble" invitación ;);) José Luis
6 comentarios:
lindo!! ¿fragil?
creo que se doblaría pero no se rompería...
Alicia Segal
Inés se merece un chopo, un beso y mucho amor. Se merece un buen vino, una buena sonrisa y se merece que siga ahondando la madera. Pero la madera espera. Su tórculo también. Inés y yo somos grandes amigas. Algunos árboles hemos compartido juntas.
Inés, un beso.
Estoy con Alicia y con Sofía:
El árbol más que frágil me parece dúctil. Inés, además de esta foto, se merece muchas cosas.No la conozco en persona, pero por lo que la leo, es grande, sí.
Juanca, mil gracias por la foto, a pesar de la fragilidad de árbol, presiento fuertes raíces, son éstas las que a veces no nos dejan despegar...
A Sofía y Amado un gran abrazo por sus palabras.
la fragilidad aquí es del espejo interior, nos sentimos fragiles interiormente, con las raíces cortadas, no visibles, como sea esa fragilidad inconfesable en estos tiempos.
Los árboles/nosotros también se rompen, según la fuerza que los castigue. Cimbrean ,se doblan, son elásticos, mas no dúctiles, recuperan su posición, en la lucha pierden extremidades, sobreviven, perecen.
Asombrosas imágenes Juan Carlos.
A partir de ahora queda reservado tu blog como "mis favoritos".
Por cierto, muchas gracias por tu "doble" invitación ;);)
José Luis
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